aprovecha los servicios de reseñas por un precio de baja altura


Lo que nadie escucha
La primera vez que lo escuché estaba en la cama.
—Estoy cansado
—¿Puedes oírme?
Nada. Los días pasaban me parecía escuchar algo a través de las paredes. Como si se moviera algo.
Me sentía muy cansada con el paso de los días. Hasta que un día en mi cuaderno de notas vi algo y se me cayó el plato al suelo, causando un estruendo.
—No eres tú la que está rota, son ellos.
Cuando se lo dije a mi médico me recetó unas pastillas que adormecían mi mente. Me sentía cada vez más pesarosa. Me costaba levantarme por las mañanas, no lograba recordar dónde dejaba las cosas, otras no sabía que acababa de decirle a alguien en el trabajo.
Mi trabajo de veinte horas interrumpido por los ruidos que intentaba fingir no oía. Acaban cansando mi cuerpo. Engullía las pastillas como buena paciente, pero nada me hacían.
Al acabar la jornada, fui a buscar mi cuaderno en mi escritorio y vi algo:
“Te van hacer callar”
Cuando se lo enseñé a mi mejor amiga, me miró; pude ver el pavor en sus ojos. Me aconsejó que descansara. Deseando que sólo fuera cansancio, me fui a dormir tras una jornada agotadora. Un poco de descanso me iría bien, pero a la mañana siguiente me veía incapaz de salir de casa. Comencé a aislarme del mundo. Sobrevivía a base de pasta y ganchitos. Engordé una barbaridad. Hasta que un día me desvanecí.
Cuando desperté una respiración al lado de mí se hacía notar.

